En un mundo ideal, los líderes siempre tendrían respuestas claras, planes definidos y panoramas estables para comunicar a sus equipos. Pero la realidad es otra. Vivimos tiempos marcados por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad (el famoso entorno VUCA, por sus siglas en inglés). Y frente a este contexto, surge una pregunta clave: ¿cómo comunicar cuando ni siquiera tú tienes todas las respuestas?
Este dilema no es exclusivo de crisis globales o eventos extraordinarios. Aparece en procesos de cambio organizacional, fusiones, reestructuras, crisis reputacionales, transformaciones tecnológicas o incluso en decisiones estratégicas que aún se están cocinando.
El reto no está solo en qué decir, sino en cómo decirlo sin perder autoridad, sin generar caos y sin parecer evasivo o débil. Es aquí donde el liderazgo comunicacional cobra un papel fundamental.
¿Por qué es tan difícil comunicar en la incertidumbre?
Antes de abordar el cómo, vale la pena entender el por qué. Hablar desde la incertidumbre toca fibras profundas, tanto personales como culturales:
- Culturalmente se valora al líder que tiene certezas. Aquel que “sabe a dónde va” y da respuestas claras. Cuando eso no ocurre, puede haber una sensación de vacío o debilidad.
- Hay miedo a perder credibilidad. Muchos líderes piensan: “Si digo que no sé, dejarán de confiar en mí”.
- Se teme generar ansiedad o pánico. Algunos evitan comunicar hasta tener “toda la foto”, creyendo que el silencio protege. Pero eso rara vez ocurre.
- No todos están entrenados para sostener la ambigüedad. Y mucho menos para verbalizarla con empatía y claridad.
Y sin embargo, los mejores líderes no son los que lo saben todo, sino los que pueden guiar incluso cuando no hay certezas.
Lo que sí puedes comunicar (aun sin tener todas las respuestas)
Una de las claves es entender que comunicar no se trata solo de información, sino de conexión. Aunque no tengas certezas, sí tienes algo que ofrecer a tu equipo:
1. Tu presencia
El silencio genera más ruido del que resuelve. Aparecer, dar la cara, decir “estamos trabajando en ello” o simplemente estar disponible, envía un mensaje poderoso: no están solos.
2. Tu compromiso
No necesitas saber cómo se resolverá todo, pero puedes afirmar lo que sí estás haciendo: “Estamos en conversaciones con X”, “Estamos evaluando escenarios”, “Nos comprometemos a informar en cuanto tengamos avances”.
3. Lo que sí se sabe (aunque sea poco)
A veces los datos disponibles son mínimos, pero comunicarlos ayuda a reducir el terreno de la especulación: “Lo único confirmado es que…”, “Hasta ahora, no hay cambios en…”.
4. Tu disposición al diálogo
Abrir espacios para escuchar inquietudes, responder preguntas, o incluso decir “no tengo una respuesta clara aún, pero valoro que lo preguntes”, genera confianza y cercanía.
Principios para comunicar desde la incertidumbre
Veamos ahora los principios clave que te ayudarán a comunicar con solidez, sin tener todas las respuestas:
1. Sé honesto, sin alarmar
Decir “no lo sé” no es un pecado. Pero cómo lo digas hace toda la diferencia.
Evita frases como:
- “No sé, pregúntale a alguien más”.
- “Quién sabe qué va a pasar”.
- “Ni yo entiendo lo que está pasando”.
En lugar de eso, prueba con:
- “Aún no tenemos una definición clara, pero estamos trabajando en ello”.
- “Lo que sí puedo decirte hoy es…”
- “Estoy buscando la mejor información para tomar decisiones acertadas”.
2. Reconoce la emoción colectiva
En la incertidumbre, las emociones (miedo, ansiedad, frustración) están más presentes que nunca. No las ignores.
Puedes decir cosas como:
- “Sé que esto genera ansiedad. Es natural sentirlo así.”
- “Entiendo que la falta de información puede ser difícil de manejar, y estamos haciendo lo posible por mantenerlos informados.”
Mostrar empatía no te debilita como líder, te humaniza y te fortalece.
3. No prometas lo que no puedes cumplir
Uno de los errores más comunes es tratar de calmar al equipo con promesas que no están bajo tu control: “Nadie va a perder su empleo”, “Esto se resolverá en una semana”.
Cuando esas promesas no se cumplen, pierdes credibilidad. Mejor enfócate en compromisos reales: “Lo que puedo garantizar es que les mantendré informados”, “En cuanto tenga una respuesta concreta, ustedes serán los primeros en saberlo”.
4. Comunica con frecuencia, aunque no haya novedades
Un error frecuente es guardar silencio “hasta tener noticias”. Pero eso deja espacio a rumores, malinterpretaciones y miedo.
Puedes comunicar aunque sea para decir: “No hay actualizaciones nuevas desde la última vez que hablamos, pero seguimos trabajando en X”. Esta constancia genera sensación de estabilidad dentro del caos.
5. Cuida tu lenguaje no verbal
Tu cuerpo comunica tanto como tus palabras. Un líder que evita la mirada, cruza los brazos o se muestra visiblemente incómodo, refuerza la sensación de que “algo malo pasa”.
Mantén una postura abierta, habla con tono sereno y evita el sarcasmo o las respuestas defensivas. Transmitir calma, incluso en la incertidumbre, es una forma poderosa de liderazgo.
Herramientas prácticas para comunicar en tiempos inciertos
Aquí tienes algunas prácticas y formatos útiles que puedes usar:
Reuniones breves y regulares
Haz check-ins frecuentes con tu equipo. No tienen que ser largas ni formales. A veces 10 minutos bastan para decir: “Esto es lo que sabemos hoy”, “Aquí está el foco de la semana”, “Estas son las preguntas que aún no tienen respuesta, pero estamos en ello”.
Canales abiertos de preguntas
Habilita espacios seguros para que el equipo pregunte lo que necesite. Puede ser un buzón anónimo, una sesión de preguntas frecuentes o un canal en plataformas como Slack o Teams.
Y lo más importante: respóndelas, aunque sea para decir “aún no tengo esa información”.
Documentos de “estado de situación”
Crea un pequeño resumen con lo que se sabe, lo que no, próximos pasos y responsables. Eso reduce rumores y ayuda a alinear expectativas.
Comunicación cruzada con líderes de área
No cargues toda la comunicación solo en ti. Alinea con otros líderes o mandos medios para que refuercen el mensaje con sus equipos. La coherencia entre voces es clave.
Lo que sí gana un líder al comunicar desde la vulnerabilidad
Aunque al principio pueda parecer arriesgado, comunicar cuando no se tienen todas las respuestas puede fortalecer profundamente el liderazgo. ¿Por qué?
- Construyes confianza basada en la transparencia, no en el control.
- Fomentas una cultura donde la verdad es más valiosa que la perfección.
- Enseñas a tu equipo a vivir el cambio como parte de la realidad organizacional.
- Ganas aliados. Cuando eres claro y empático, las personas quieren ayudarte a encontrar el camino.
Al final, las personas no necesitan que finjas tener el control. Necesitan saber que no están solas en el proceso.
¿Y si el mensaje es duro?
A veces, la incertidumbre no es solo falta de información. A veces implica malas noticias que están por llegar, pero aún no puedes anunciar formalmente.
En esos casos:
- No niegues lo evidente. Si hay señales claras de cambio, no digas “todo está bien” solo por evitar el pánico.
- Prepara el terreno: “Estamos entrando en una etapa desafiante. Aún no puedo compartir todos los detalles, pero en cuanto pueda hacerlo, lo haré con ustedes”.
- Acompaña emocionalmente. Escucha, valida, reconoce. A veces el acompañamiento es más poderoso que la información misma.
Un liderazgo que se atreve a no saberlo todo
Comunicar desde la incertidumbre no es cómodo. Requiere valentía, humildad, y mucha inteligencia emocional. Pero también es una enorme oportunidad: la de construir una cultura de confianza, autenticidad y resiliencia.
Porque en el fondo, liderar no es tener todas las respuestas, sino saber sostener a un equipo mientras se buscan.
Y tú, ¿cómo manejas la comunicación en tiempos inciertos?


