Hablarle a tu jefe sobre cómo su estilo de liderazgo o sus decisiones afectan al equipo puede ser intimidante, pero es un acto de madurez profesional y una herramienta poderosa para construir relaciones horizontales y ambientes de trabajo más sanos. Si eres un líder que valora la colaboración y el crecimiento mutuo, también es clave aprender a dar este tipo de retroalimentación con delicadeza, pero también con firmeza y claridad.
En este artículo, te comparto consejos prácticos para comunicarte con tu jefe de manera asertiva, desde un enfoque constructivo que promueva relaciones más horizontales y basadas en el respeto mutuo.
1. Reflexiona antes de hablar
El primer paso para dar feedback a tu jefe es analizar lo que quieres decir. Pregúntate:
- ¿Cuál es el problema o situación específica que quiero abordar?
- ¿Cuál es el impacto que esto tiene en mi trabajo, en el equipo o en los resultados?
- ¿Qué resultado espero al dar este feedback?
Reflexionar te ayudará a estructurar mejor el mensaje y asegurarte de que tu retroalimentación tenga un objetivo claro y constructivo. No se trata de señalar errores, sino de buscar soluciones.
2. Elige el momento adecuado
Abordar a tu jefe en medio de una reunión o cuando esté apurado no es la mejor idea. Busca un momento en el que ambos puedan hablar sin interrupciones y con tiempo suficiente para dialogar.
Puedes pedirle una reunión breve y explicar, de manera general, el tema que quieres tratar. Por ejemplo:
“Me gustaría hablar contigo sobre algo que creo que puede ayudarnos a trabajar mejor como equipo. ¿Podemos agendar 15 minutos esta semana?”
3. Utiliza un enfoque positivo y empático
Un buen feedback comienza reconociendo lo que tu jefe hace bien. Esto ayuda a suavizar el mensaje y demuestra que tu intención es constructiva. Por ejemplo:
“Valoro mucho cómo lideras nuestras reuniones y nos mantienes enfocados en los objetivos. Hay algo que creo que podría ayudarnos a ser aún más efectivos como equipo, y me gustaría compartir mi perspectiva.”
Mostrar empática también es clave. Reconoce que liderar no es tarea fácil y que todos podemos mejorar.
4. Apóyate en ejemplos concretos
Cuando des feedback, evita generalizaciones o críticas vagas. Usa ejemplos específicos que respalden tu punto y explícalos de manera objetiva.
Por ejemplo:
“En la última reunión, noté que varios del equipo querían compartir sus ideas, pero no hubo suficiente tiempo para escucharlos. Creo que darles más espacio podría generar más participación y compromiso.”
Esto es más efectivo que decir: “Nunca escuchas al equipo”.
5. Propón soluciones
El feedback constructivo no solo identifica problemas, también ofrece ideas para solucionarlos. Esto demuestra iniciativa y refuerza tu intención de contribuir al éxito del equipo.
Por ejemplo:
“Tal vez podríamos asignar unos minutos al final de las reuniones para preguntas y comentarios. Creo que esto podría ayudar a recoger ideas valiosas.”
6. Usa un tono respetuoso y colaborativo
Evita culpar o confrontar. Un tono amigable y colaborativo hará que tu mensaje sea mejor recibido. Recuerda que el objetivo no es ganar una discusión, sino mejorar la dinámica de trabajo.
7. Escucha activamente
Dar feedback no es un monólogo. Está dispuesto a escuchar la perspectiva de tu jefe y mantener una mente abierta. Puede que te explique razones o limitaciones que desconocías. Una actitud receptiva fortalece el diálogo y la confianza.
8. Mantén la confidencialidad
Los temas sensibles deben tratarse de manera privada. Dar feedback en público puede ser percibido como un ataque o una falta de respeto. Protege la relación al manejar estas conversaciones con discreción.
Beneficios de dar feedback a tu jefe
Cuando das feedback de manera asertiva y respetuosa, no solo contribuyes al éxito del equipo, sino que también refuerzas tu papel como líder colaborativo. Algunos beneficios incluyen:
- Mejor comunicación y entendimiento mutuo.
- Un ambiente de trabajo más abierto y horizontal.
- Mayor confianza entre tú y tu jefe.
- Oportunidades para influir positivamente en la cultura organizacional.
Dar feedback a tu jefe puede ser desafiante, pero también es una oportunidad para demostrar liderazgo y compromiso con el éxito del equipo. Si lo haces desde un lugar de respeto y colaboración, estarás contribuyendo a construir un entorno laboral más saludable y efectivo.


