La retroalimentación es una herramienta poderosa para el crecimiento profesional y personal. Sin embargo, muchas veces puede ser malinterpretada o generar resistencia si no se comunica de manera efectiva. Una estrategia que ha demostrado ser eficaz es el uso de la narración de historias, o storytelling, para dar retroalimentación que no solo sea constructiva, sino también inspiradora.
El storytelling apela a las emociones y a la experiencia humana, haciéndolo ideal para comunicar mensajes de manera memorable. Cuando se utiliza en retroalimentación, permite crear una conexión genuina con el colaborador, ayudándole a comprender el contexto y la relevancia de los comentarios recibidos.
¿Por qué usar storytelling en la retroalimentación?
- Crea conexión emocional: Las historias capturan nuestra atención y resuenan con nuestras propias experiencias, lo que puede disminuir la defensiva frente a los comentarios.
- Facilita el aprendizaje: Los ejemplos concretos dentro de una historia ayudan a ilustrar puntos clave de manera que el receptor pueda visualizar el cambio deseado.
- Inspira acción: Una historia bien contada puede motivar a las personas a reflexionar y tomar medidas para mejorar.
Cómo integrar storytelling en tus sesiones de retroalimentación
Para incorporar storytelling en tus conversaciones, sigue estos pasos:
1. Identifica el mensaje principal
Antes de compartir una historia, ten claro el punto clave que deseas transmitir. ¿Quieres resaltar la importancia de la puntualidad? ¿Fomentar una mejor comunicación? Define tu objetivo para elegir una historia relevante.
2. Selecciona una historia significativa
Elige una anécdota que sea pertinente y que el colaborador pueda relacionar con su situación. Puede ser una experiencia personal, un ejemplo del equipo o incluso una historia inspiradora de otra organización.
Por ejemplo: “Recuerdo cuando un colega tuvo un proyecto importante que dependía de la colaboración de varias áreas. Al principio, su comunicación era confusa y generaba retrasos. Sin embargo, decidió trabajar en su claridad al transmitir ideas y logró que todos se alinearan. El proyecto fue un éxito y se convirtió en un referente en la empresa.”
3. Incluye un componente emocional
Las emociones son clave en el storytelling. Habla sobre los retos, las dudas o las victorias del protagonista de tu historia. Esto humaniza el mensaje y lo hace más accesible.
4. Conecta la historia con la situación actual
Explica cómo la historia que compartiste se relaciona con el contexto del colaborador. Enfócate en las lecciones aprendidas y en las acciones que pueden llevarse a cabo.
“Al igual que en esa historia, noto que tu equipo podría beneficiarse de una comunicación más clara. Estoy seguro de que, con un par de ajustes, podrán mejorar los tiempos de respuesta y alcanzar sus objetivos más rápidamente.”
5. Invita a la reflexión
Cierra tu retroalimentación con preguntas abiertas que estimulen el pensamiento crítico del colaborador.
- ¿Cómo crees que podrías aplicar algo similar en tu caso?
- ¿Qué opinas de lo que compartimos? ¿Lo ves factible?
Ejemplo de retroalimentación con storytelling
Imagina que necesitas dar retroalimentación sobre la falta de puntualidad en las reuniones. En lugar de señalar directamente el problema, puedes usar una historia:
“Hace algunos años, trabajaba con una persona que siempre llegaba unos minutos tarde a las reuniones. Al principio, no parecía un gran problema, pero pronto nos dimos cuenta de que afectaba al equipo. Las personas empezaron a desconectarse porque no querían esperar para comenzar. Un día, su jefe le contó cómo había perdido una gran oportunidad por llegar tarde a una reunión clave con un cliente. Esa historia lo impactó tanto que decidió cambiar su hábito. Desde entonces, se convirtió en una de las personas más puntuales del equipo.”
Luego conecta la historia: “Creo que tu contribución es vital para las reuniones, y me gustaría que todos pudieran aprovechar al máximo tu presencia desde el inicio. ¿Cómo podrías organizarte para llegar a tiempo?”
Beneficios del storytelling en la retroalimentación
- Fortalece las relaciones: Al usar historias, demuestras que te importa el desarrollo del colaborador y te tomas el tiempo para comunicar de manera efectiva.
- Reduce la resistencia: Las historias hacen que la retroalimentación sea menos amenazante y más comprensible.
- Promueve el cambio: Al inspirar en lugar de criticar, motivas al colaborador a reflexionar y actuar.
El storytelling es más que una herramienta de comunicación; es una manera de conectar y generar impacto. Integrarlo en tus conversaciones de retroalimentación puede transformar la forma en que tus colaboradores reciben y aplican tus comentarios. Recuerda, una historia bien contada puede inspirar un cambio duradero.

